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Heridas imposibles de imaginar

Lo que no quisiste ver

Por esas heridas que un día fueron imposibles de imaginar

Bienvenidos al lugar en el que todo empieza.

“Estoy tratando de liberar tu mente, Neo. Pero solo puedo mostrarte la puerta. Tú eres el que tiene que atravesarla”.

Morfeo – Matrix

Muchas decisiones fundamentales dependen de nuestro nivel de conocimiento, las consecuencias de darle la espalda son irreversibles. Hay heridas imposibles de imaginar. Veremos tres ejemplos que desafían algunas creencias generalizadas. Unas realidades reñidas con una masa poco crítica que prefiere una borrachera constante de estímulos insulsos.

A lo largo de estos casi cuatro años desde que se declarara la pandemia por COVID-19, se pueden contar con los dedos de una mano las personas que se han acercado a preguntar:

«¿Hay algo que sabes tú y no nos están contando? ¿Qué sucede realmente?».

«Que eres un esclavo, Neo. Como todos los demás, naciste en la esclavitud. En una prisión que no puedes probar, ver o tocar. Una prisión para tu mente».

Morfeo – Matrix

Los que se horrorizan con la idea de conocer una parte de la realidad, se excusan bajo el miedo irracional. Una corriente impuesta por medios de comunicación vendidos y unas autoridades completamente corruptas que te quieren ignorante.

Por más que muchos creen saber que efectivamente nos manipulan, en realidad no lo entienden. Esos que se llenaron la boca de autoridad para decir lo que era ser responsable; o los que alegaban que querían viajar —como si en 2021 se agotaran las posibilidades o como si la libertad de movimiento se limitara a un medicamento que tenías que tomar sí o sí—; ni tampoco los que te decían que tenías que meterte el palo por la nariz e incluso se creyeron con la potestad de decirte que tenías que meterlo a tus hijos.

Las incongruencias de las inoculaciones de esta tecnología experimental —nunca antes administrada con éxito en humanos—, no fue obstáculo para sumarse al curso general que lideró un sinfín de medidas ridículas. Pero hay mucho más…

Esas heridas que nunca podríamos imaginar

En pocas palabras es imposible explicar lo sucedido. Antes hay que entender cómo funciona el mundo. Como funciona «el poder», las Instituciones políticas, bancarias, sanitarias, judiciales o de carácter social, en toda su jerarquía. Así como las entidades privadas —como farmacéuticas—, medios de comunicación, la mismísima ingeniería social, los lobbies,… No es un entramado fácil (¡ni agradable!), pero cuando se profundiza en él, todo se vuelve más claro y sencillo.

Un solo titular con grandes repercusiones prácticas. Un monopolio domina TODOS los recursos para conquistar unas metas. Coloquialmente diríamos eso de: «Ellos se lo guisan, ellos se lo comen».

Así es como las farmacéuticas sacan un producto, lo aprueban —infiltrados en instituciones sanitarias corruptas— y «venden» a través de la prensa, también de su propiedad. Crean una corriente, mienten, encubren, silencian voces, efectos secundarios y ridiculizan al que alza la voz para dar una señal de alarma.

Aunque elegir una sola imagen para explicar los detalles de lo sucedido, no es fácil.

Pongamos esta estampa sacada del registro que monitorea los fallecimientos en Europa por todas las causas (https://www.euromomo.eu/graphs-and-maps). Un sencillo ejemplo que aporta más que cualquier «miedo de manipulación masiva» en sus páginas o espacios. ¿Por qué esto no abre telediarios o portadas de periódicos? Por muchas razones que cuesta imaginar.

Fijando la vista en la semana en que empiezan a inocular a una franja de edad, vemos allí claramente reflejado un aumento considerable de mortalidad por todas las causas. Una mortalidad que no fue tal ni en el momento álgido de la pandemia de muchísimos países.

¿Quién habla de ello? ¿Quién lo investiga? Muchos científicos silenciados y censurados lo advirtieron ¡y sucedió!, aunque se desvíe la atención a otros lugares.

Aquí vemos la mortalidad en la franja de edad de 0 a 14 años, una tendencia negativa en el año pandémico (2020), en alza a partir del momento exacto en el que se inyectan las mal llamadas vacunas en 2021, acentuándose en el año 2022.

Recuerdo cuando se popularizó lo de «negacionistas – antivacunas». Algo llamativo ya que eso de «antivacunas» (cual insulto a satanás) no se ajustaba con el parecer de muchos. Era un mero ataque insidioso contra la libertad de información sin censura sobre la situación del COVID-19. Jamás se debería penalizar el escuchar con preocupación a los científicos valientes sin conflicto de interés que alertaban sobre la tecnología experimental que se estaba usando a gran escala, un ARN mensajero nunca antes probado con éxito, que, además, acumulaba fracaso tras fracaso.

Nuevas heridas por abrir

Ha pasado un tiempo hasta que la desconcertante realidad tras las vacunas del calendario infantil ha llamado algunas puertas de forma alarmante.

Hay mucha información oculta tras ello, muertes, aumento de enfermedades crónicas, autoinmunes,… no se informa a médicos y por consiguiente, ellos no informan a los padres y/o pacientes. Para ofrecer una pincelada, escuchemos a Robert Kennedy, un valiente en toda esta lucha.

Robert Kennedy (sobrino del presidente norteamericano asesinado), resume un primer factor de esta realidad que nadie nos cuenta. Escuchar sus palabras tras comprobar la veracidad de lo que expone, ha sido como ver un muro inquebrantable derrumbarse en mil pedazos.

Fuente: CienciaySaludNatural.com (Los ensayos clínicos de las vacunas infantiles no tuvieron grupo control con placebo para obtener la licencia – CienciaySaludNatural.com):

No hay dos sin tres, ¿verdad?

El cambio climático antropogénico (provocado por el hombre) es otro concepto con el que venimos siendo bombardeados desde hace décadas, intensificándose en los últimos años. ¡Hay mucho por ver! Está tan bien organizado que la primera vez que se escucha cuestionar este fenómeno, parece imposible que pueda sustentarse cualquier argumento en contra de la versión popularizada por los medios de comunicación.

De forma breve difícilmente podemos abarcar todas las evidencias que hacen tambalear la corriente, pero en este fragmento de José Ramón Ferrandis —autor del libro «Crimen de estado», ¡imprescindible!— se resumen a la perfección algunos datos de gran relevancia en toda esta historia.

Y sí, insistimos, hay mucho más. Estamos inmersos en un mundo distópico sin que nos demos cuenta de ello, por pura ignorancia o bien que la mayoría decide ignorar por mero egoísmo. Desgraciadamente nos jugamos más de lo que nadie parece sospechar.

“Si tomas la pastilla azul la historia acaba, despiertas en tu cama y crees lo que tú quieras creer. Si tomas la roja te quedas en el País de las Maravillas y te enseño qué tan profundo es el hoyo. Recuerda, solo te estoy ofreciendo la verdad, nada más.”

Morfeo – Matrix

Esto no sea ni una millonésima parte del recorrido sumado —ni del que nos queda por delante— pero si conseguimos que sea el inicio del camino para alguien que sigue anclado en la casilla de salida, habrá valido la pena.

¡Nos vemos en la contienda!

Seguimos…

¿Por qué callar? ©

1 comentario en «Heridas imposibles de imaginar»

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